manxa empezó como una herrería en Olot el año 1876. A lo largo de los años la empresa se ha ido consolidando, aconteciendo un punto de referencia en los negocios de la ferretería, suministro industrial y distribución de productos siderúrgicos. Desde su creación, manxa se ha diferenciado por aportar valor y soluciones a nuestros clientes para que sean mejores, más rápidos, más eficientes y más rentables. Nuestra filosofía nos motiva a diario para poder dar el mejor de nosotros mismos y poder crecer así de manera sostenible. El desarrollo ha ido acompañado de un proceso de expansión y diversificación de productos y servicios, gracias a reinvertir los beneficios de actividad y a los esfuerzos de personas orientadas y motivadas a conseguir que los clientes estén convencidos de trabajar con nosotros.
En 1900, Joan Agustí Surroca compró una cerrajería de Olot, abierta en 1876 y propiedad de Rafael Casanova, popularmente conocido con el apodo de manxa. En 1900, su hijo Bartomeu Agusti Trilla se puso al frente de la cerrajería y la amplió con una tienda de ferretería.
Joan Agustí Reixach que continuó con la transformación del negocio y lo amplió más allá de la ciudad de Olot. El nombre de manxa ha pasado de padres a hijos cómo un símbolo de esfuerzo, trabajo y sacrificio.
Bartomeu Agustí Trilla (Olot, 1880-1946) tenia un carácter bondadoso y un don de gentes extraordinario que le procuró el afecto de sus conciudadanos. Era una tienda de una sola habitación, pocas veces abandonaba el mostrador y siempre estaba informado de todo lo que sucedía en su negocio. Había aprendido el oficio de cerrajero en la Ferreteria Casellas de Barcelona, aquel aprendizaje le permitió destacar más tarde en la Garrotxa con obras como la de la emblemática Torre Malagrida de Olot, de estilo novecentista, diseñado por el arquitecto Bonaventura Bassegoda.
Con el paso de los años, la Ferreteria Bartomeu Agustí se convirtió en un establecimiento en el que hasta se comercializaban artículos de caza, pesca y deporte. La ciudad de Olot tenía un aprecio especial por la família Agustí, tanta que ni durante la Guerra Civil se consiguió alterar la actividad del negocio. En manxa se conservan dos facturas históricas muy diferentes: con fecha de 30 de septiembre de 1936, redactada en catalan y expedida a el Comité Antifascista de Olot; otra del 31 de maig del 1939, escrita en castellano y dirigida a la Falanje Española Tradicionalista y de las JONS.
Bartomeu Agustí murió el 1946. Pocos años antes, su hijo Joan Agustí Reixach (Olot, 1911-2004) ya había empezado a ocuparse del negocio. Se había formado en una de las ferreterías más modernas de la época: Vilaseca Bas, de Barcelona complementándolo con formación práctica en la Escuela Industrial. Parte del éxito de la gestió de Joan Agustí Reixach al frente del negocio fue de su mujer Carme Alfara Messeguer (Ulldecona, 1913-1977), propietaria de la ferretería Alfara de Ulldecona. Entre los dos crearon un tándem que hizo crecer exponencialmente manxa. El 1950 abrieron una pequeña ferretería en Banyoles y pronto abrieron un almacén de hierros con una tienda. A partir del 1960, Carme Alfara abrió una tienda dedicada a las listas de boda. En 1973, en Olot la venta al público pasó a la calle Antoni Llopis, en un espacio mucho más amplio y moderno y la parte de distribución de hierro pasó a la calle Mestre Falla.
En 1977 y después de una larga enfermedad, Carme Alfara murió y fue cuando Joan Agustí Alfara (Olot, 1953) se incorporó al negocio familiar, después de estudiar estudios empresariales en ESADE (Barcelona). Con nuevas ideas, la primera decisión que tomó fue oficializar el nombre de manxa para el grupo. El sobrenombre con el que los olotenses habían identificado la actividad de la empresa desde hacía más de un siglo. Los tiempos habían cambiado y la família Agustí entendió que la economía ya no dependía de la demanda sinó de la oferta y que se tenían que buscar proveedores a nivel internacional. La idea era buscar marcas en el exterior y comprar al proveedor más eficiente: internacionalizar las compras.
Actualmente, manxa se encuentra en proceso de crecimiento. El futuro inmediato se configura en el área de Barcelona dónde se concentra el 70% del valor añadido catalán y se afronta con la nueva obertura del centro de Castellbisbal. Hoy día, la activitat relacionada con la venta al detalle representa cerca del 10% y el negocio se centraliza en la distribución de elements para la indústria y de productos siderúrgicos, tanto estructurales como comerciales.